Ya le estoy viendo el rabo a la amiga Muerte.
Hay mucha gente que dice que le gustaría que le pillara en el sueño; para mí es una vulgaridad. Yo, como soy materialista y ateo, y no estoy aquí para perder el tiempo, quiero ser consciente hasta el último segundo. Mientras no sea al precio de un dolor insoportable y humillante, prefiero aguantar y no perder comba hasta el último instante.
La gente es que le tiene mucho miedo. En el funeral de mi padre, tras incinerarlo, me encasquetaron la urna con las cenizas. Como acababan de salir del crematorio, estaban calentitas. Yo llevaba el cofre en brazos y bromeé diciendo "Está calentito, como cuando estaba vivo" (es que era de esos de piel cálida siempre), y hubo alguno que me miró con mezcla de espanto y admiración.
Cá uno es cá uno.
El caballero y la muerte |
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