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No es fácil saber cómo ha de portarse un hombre para hacerse un mediano lugar en el mundo.
Si uno aparenta talento o instrucción, se adquiere el odio de las gentes, porque le tienen por soberbio, osado y capaz de cosas grandes... Si es uno sincero y humano y fácil de reconciliarse con el que le ha agraviado, le llaman cobarde y pusilánime; si procura elevarse, ambicioso; si se contenta con la medianía, desidioso: si sigue la corriente del mundo, adquiere nota de adulador; si se opone a los delirios de los hombres, sienta plaza de extravagante.
Cartas Marruecas. José Cadalso.

martes, 29 de marzo de 2011

Panarabismo

 

Emilio González-Ferrín  18.01.2011

AL panarabismo -como a todo ismo que se precie- se le suponen unos mínimos de futurible y unos máximos de nostalgia premeditada. De melancolía endémica, alimentada por las fotos de un recuerdo ajeno. Pero le ocurre al panarabismo lo que a los 80: que por ahora no se llevan. Que el atractivo de lo retro los pasa por alto para fijarse en lo inmediatamente anterior que, en el caso del panarabismo, sería el islam como ideología de masas.

Se cuenta que fue Husein el Hachemí -bisabuelo del rey jordano- quien inventó el panarabismo en contra del Imperio turco, cuyo único pegamento social había sido el islam. Era lógica la reacción no religiosa de ese panarabismo en 1916: a principios del siglo XX se utilizaba el islam califal de Estambul para someter a poblaciones muy diversas -árabes, armenios, albanos, kurdos-, y la salida independentista pasaba por dejar de sentirse colectivamente musulmanes para pasar a ser, en su caso, árabes.

Eso lo manejaron muy bien los británicos, que mandaron a Lawrence de Arabia a volar trenes turcos y a cabalgar junto a Faysal, hijo de Husein el Hachemí. El apoyo ideológico a ese panarabismo insurgente lo ofrecían muchas sociedades secretas árabes cristianas en los actuales Líbano, Siria, Palestina, Jordania, Iraq y Egipto.

Con el tiempo, las grandes ideologías del siglo XX próximo-oriental fueron panarabistas y, por lo mismo, laicas. El socialismo árabe de Nasser no podía serlo más, al igual que la lucha por la liberación de Palestina antes de que llegaran las barbas. Y el célebre partido Baaz -Siria e Iraq- había sido fundado por Michel Aflaq, cristiano sirio obnubilado por el proyecto de autogestión yugoslava de aquel Tito. Todo esto se pierde en la noche de los tiempos, porque hoy pensamos que no ha habido más que camello, té y Corán desde los años 600 hasta ayer. Por añadidura, como aquellos líderes panarabistas de entonces, se convirtieron en los dictadores de hoy, el discurso del panarabismo pasó a ser el disco rayado que acabó desestimando la siguiente ideología populista: el islamismo.

Sin embargo, más les vale reciclarse a los que reparten sus tarjetas de experto en yihadismo, porque la cosa apunta a ligeros cambios. Escribió Haro Tecglen -desde sus oteros un día tangerinos- que no hay nada más panárabe que, precisamente, el pan árabe. Porque todos los países árabes habían ido sufriendo las llamadas revueltas del pan. Esas bread-riots de los manuales de sociología son la respuesta de un pueblo desesperado ante la carestía de la vida, el hastío ante un régimen. El ser humano no es como las ranas y el agua hirviendo; llegados a un punto de bloqueo de futuro, un pueblo tiende a saltar.

Lo importante en las actuales revueltas populares que se están viviendo en Túnez y Argelia -a las que se podría añadir, con matices, las de El Aaiún-, es que no las han organizado las mezquitas de barrio. También podría sumarse a ellas, en este sentido, el movimiento egipcio llamado Kefaya -¡Basta ya!, después de tantos años de Mubarak-. Al hilo de lo de las mezquitas, en esos países se suponía que el islamismo era la ideología de base, populista e ilegal, frente a un régimen corrupto. Por lo mismo, otra cosa importante en esas revueltas es que los respectivos regímenes no están acallando alminares, sino ordenadores y parabólicas. No es el Corán el que mueve a estas masas, sino las redes sociales, el rap barriobajero -mezclado con la música protesta raï- y la cadena de televisión Al Jazeera, cuyas emisiones prohíbe la Policía en los lugares públicos.

De cuanto pasa en Túnez, Argelia y el Sahara nos hemos ido enterando por el Facebook y la audacia de los periodistas de Al Jazeera. El sentido de comunidad, de generación perdida, de lucha por un futuro imprevisible, no está siendo islamista en estos casos, en tanto es el extraño euro-islam quien capitaliza determinados discursos de protesta al otro lado del charco. En breve asistiremos a un desplazamiento atípico de insurrecciones: será la modernidad laica la que se abra paso en el espacio árabe, en tanto se enquista la nostalgia religiosa -islamista y cristianista- en Occidente, desde el Tea Party hasta las asociaciones de velo-barba.

Decía Fatima Mernissi -nada sospechosa de insurrecta ni islamista- que la nueva comunidad árabe -Umma- es una ciber-umma, y se moverá a la velocidad de los electrones. Porque el joven árabe ya no depende del discurso manido de su casa, sino que tiene abiertas de par en par las ventanas de sus pantallas. El futuro rebelde del mundo entero -desde Centroamérica hasta Irán- apunta hacia determinados indigenismos, populismos de barricada que se contagian por internet, y no necesariamente hacia cruzadas y yihades. Esto último es sólo el sueño de los neogóticos.


Mi tesis no es nueva -ni mía solo, qué duda cabe-: los problemas sociales pueden ser específicos, pero no diferentes. Intento hacer hincapié en que sólo vemos de lo árabe su dimensión integrista religiosa, pero casi todo el siglo XX fue laico, y ahora se rebela "a lo laico".

Cambalache


Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...
Lecciones de Fukushima, de Lozano Leyva

domingo, 20 de marzo de 2011

Réplica nuclear

Avanzando sobre las contradicciones, del chino andalusi.

¿Tan eficiente que en el mundo occidental casi ninguna compañía privada haya querido hacer una central nuclear en años? No está mal el informe de Público de hoy. Si además tuvieran que hacerse cargo de la seguridad, infraestructuras laterales y residuos las cuentas a lo mejor no salen tanto.

Aparte de los acratas/verdes hay otras gentes, sobre todo unas que te gustan. Los de Mientras Tanto.

Si vamos de riesgos. Un argumento "fuerte" del loby pro-nuclear (por cierto, dicho lobby hoy por hoy mucho más poderoso empresarial y mediaticamente que los contrarios), y que Lozano utiliza con frecuencia, es que es menos contaminante (cambio climático,etc).¿También aplicamos lo de la gripe A al riesgo de contaminación de Carbón, petroleo, etc?.

Para hablar en serio de Energía Nuclear a nivel mundial (solo es el 7% de la energia a nivel mundial) y como factor de desarrollo equivalente en los países del tercer mundo. Teníamos que suponer que debería haber miles de plantas (frente a las pocos centenares que hay hoy en día) y que por supuesto estuvieran por todos lados no solo por la Unión Soviética, Japón, etc.

Aquí me pierdo un poco. Este fin de semana he tenido que poner más de 100 calificaciones de la segunda evaluación. Y la verdad es que no se donde la he puesto con justicia.

Pues habrá que ver cada cosa. Algunas de las "novedades" se hubiera hecho muy bien en no dejarlas (desde la Taladomina,  o como se llame a la leche para niños en zonas con agua insalubre, a verdaderas burradas agrícola-ganadera que desde luego no son necesarias para acabar con el hambre en un mundo donde se tira o mal usa alimentos para parar cualquier hambre... etc.
Por supuesto los pro-nucleares no estarán por facilitar plantas de uranio enriquecido a cualquier país que quiera (por cierto, ni España la tiene y somos por eso totalmente dependiente de otros países, pero claro son de países "buenos" y no como la dependencia de los tercermundistas y/o "inestables" países petroleros.

Dicho todo lo anterior yo soy profundamente anti-nuclear, pero me parece estupendo que Irán, China y quien pueda haga todo lo que tenga que hacer y un poco más hasta que se coloquen en el mismo nivel (por absurdo que este sea) de los locos que conducen el mundo, porque efectivamente a nadie se le va a pedir que desde la miseria sean comedidos para que a los que nos sobra podamos seguir haciendo verdaderas burradas cada día.

Reconocerás que ese es un discurso muy minoritario. Desde Intereconomía a la Ser, no es lo que yo oigo normalmente. Hasta el día antes del terremoto, era arrollador el discurso pro-nuclear en todos los medios de comunicación. Que no creo les preocupe mucho ni el hiperconsumismo ni el desarrollo del tercer mundo.
Que los niveles de consumo de nivel occidental no hay mundo que lo aguante, ni echando miles y miles de nucleares, es algo que me parece bastante evidente.


Me pareces que utilizas a la inversa (es decir haciendo más o menos lo mismo, pero al revés) a los que acuden al sentimentalismo. También es cierto que las bombas atómicas apenas han matado a nadie comparada con las bombas "normales". ¿Apostamos porque se sustituyan las bombas de cada día por las atómicas? . En fin me parece que los argumentos hay que utilizarlos con mesura, sino queremos jugar a lo mismo que criticamos. Aprovechar "demasiado" que quienes defienden determinadas cosas puedan decir tonterías o muchos de ellos sean tontos no legitiman las críticas posiciones razonables. Si no paséate por las páginas de ABC, la Razón etc llena de pro-nucleares y verás que tipos de argumentos.

Muy saludables repasar los artículos de Lafargue sobre el derecho a la pereza y el elogio de la ociosidad de Bertrand Russel. Que tienen muchos argumentos fuera de tono, pero hay cosas de mucho interés. Muy aprovechable si en vez de criticar su ganga, aprovechamos su vena metalífera.


Nuclear

La dialéctica siempre aquilata y define.

1) No de ahora, sino de antes, estoy con la mosca detrás de la oreja con el asunto de las nucleares, pero no por motivos "secundarios" (es decir, muy importantes -geopolíticos, macroeconómicos,...-, pero no directos), sino relativos a la misma naturaleza del asunto.

2) Es un recurso peligroso y eficiente. Ahí habrá que poner el fiel de la balanza: ¿hasta qué punto cabe utilizar un medio que entraña un gran riesgo por un beneficio muy grande?

3) Con lo nuclear juega una mixtificación de lo civil y lo bélico, por su uso en la 2GM. Interviene lo ecológico y los movimientos ácratas/verdes de los 60´y 70´, pero la US la empleaba sin complejo... Tan poco complejo que violó la primera regla de la seguridad con su indolencia y negligencia en Chernobil. [Aquí se conecta con el juego anticapitalismo/antiproductivismo: ser contrario a lo nuclear puede ser una forma antisistema de ir contra el progreso, que como siempre que viene de la mano ácrata el sistema aprovecha para dar la de cal: somos muy progres y sensibles con el medio y el sentir social, ahora toca no abandonarnos en la producción a toda costa, aunque la estructura de la propiedad y su distribución internacional no van a cambiar, así tengo excusa para frenar el desarrollo del tercer mundo: no sólo el uso militar de mis enemigos, sino con un motivo ético el uso civil para su crecimiento]

4) En la sociedad del riesgo en que vivimos, y ahí es donde estaba interesante la entrevista de Lozano Leyva, además juega el factor del miedo. Es un absurdo que el comisario de energía de la UE hable de la tragedia de Fukushima como si fuera en el patio de su casa... El año pasado tuvimos la parida de la gripe A; en el instituto de mi hijo había algunos friquis con mascarilla y guantes de látex; cualquier año la mortalidad por la gripe normal es superior y no se altera una hoja. La radiactividad está en la naturaleza, se disuelve, ha habido más radiaciones por las pruebas militares que por los accidentes... y aquí seguimos. Habrá que tener cuidado y apurar la seguridad, pero a partir de ahí lo que hay que hacer es lo que señalen los científicos y las autoridades (si nos creemos que ordenan lo que los científicos señalan, claro).

5) La justicia es tratar a los iguales con igualdad y a los desiguales con desigualdad; el factor siempre será qué criterio tenemos en consideración. Tendré que poner buena nota (o suspender) en X a todos aquellos que merezcan una buena nota (o suspender) ... en X, no en Y, claro. Impedir a un país soberano que haga uso civil de la energía nuclear no sé qué justificación puede tener; impedir el empleo bélico podrá ser justificable desde el puro uso de la fuerza.

Si no acabo de ver que usar la energía nuclear sea malo, más me cuesta aún aceptar que se restrinja su uso a quienes se están desarrollando: sí se les puede enviar residuos toxicos, nucleares, químicos, biológicos, sí se puede experimentar con las novedades farmacéuticas o agrícolas/ganaderas, pero no se les puede dejar el desarrollo de centrales nucleares porque hay que salvarlos de la radiactividad y del capitalismo ultraproductivo.
Ahora mismo están diciendo en la radio que Fukushima va a ser el final del capitalismo hiperconsumista y productivista: je je, para mí que tienen el discurso muy bien planificado.

Si a todo esto le sumamos el sentimentalismo del espectáculo, pues peor. Escuchando las noticias parece que hay más muertos por la crisis nuclear que por el tsunami, y que yo sepa este lleva 20.000 víctimas y aquella ninguno, pero la solidaridad de UE y EU va a tener lugar por Fukushima y no por lo que el agua se llevó. En Birmania el ciclón Nargis causó 100.000 muertos y no lo sabe nadie, lo de Darfur es un escándalo y nadie lo sabe, lo que toca es tener al personal asustado con la gripe A o con lo nuclear o embobado con la solidaridad de Bamby con Japón o con quien toque.

sábado, 19 de marzo de 2011

PJ Harvey, Let England Shake. The Kills, Cheap and Cheerful


Hoy hemos comprado "Lágrimas en la lluvia" de Rosa Montero y el último de Reig. Nunca he leído nada de la periodista, desconfío de los fenómenos mediáticos, pero es que "Blade runner" me puede, veremos. Reig es como un cuate; también veremos.

Por lo demás, picoteo de la recién comprada antología de Cavafis y el "Tratado de urbanismo" de Ángel González, y descubro a PJ Harvey, The Kills y Feist.

Pienso en las nucleares: ¿son malas?, pura materia asesina, como toda ella. La US las usaba, no serían tan malas..., perdón por el cinismo: Chernobil... De todos modos, hay que desconfiar del capitalismo verde; el tercer mundo merece desarrollo, ¿no? ¿Les cortamos ahora los neutrones?

Desde mi lecho miro en el silencio la noche que desnuda
Y entonces el recuerdo es la herida que me adorna.
Mi imagen en el cristal los ojos entorna,
Preguntando por qué ha de ser el sudor quien mi piel anuda
Y no su boca.
Las paredes grises preguntan por mi Luna
Y la tela reptando fría la visión evoca.
Al fin el sueño me equivoca,
Lo que han sido dos carnes es ahora una.

1984

Feist, Inside and out



Me gustan los poemas.
Me gustan las palabras engarzadas y retorcidas
Hasta alcanzar un feliz sentido o revelar una esplendente forma.
Me gustan algunos poetas, cretinos -como tú o yo o él-
Tocados por el dedo atrabiliario de un dios.
No me gustan, sin embargo, quienes hablan de poesía,
Hatajo de balones huecos, postes fatuos.
Esto es una generalización injusta, ya lo sé,
Pero qué ajustada, válgame ese dios,
Maldito pirado.