De Horace Gari, 1959; traducción de Edgar Quero.
Miro mi cara en el espejo y no me desprecio
Algunos días la odié
Otros días fui escéptico
La perra quiere salir al balcón
Observa desde la atalaya
Sabe más que yo
Los ojos mortecinos
La nariz breve y reptil
Los labios débiles
El cuello desmesurado
Dijo un sofista
Caos dolor absurdo contradicción
Maldito jedeic
Maldita debilidad
Maldito cuerpo mío
Maldita alma sucia
Hoy ya tapizan el cielo las nubes
No son marengas no son cárdenas
No son azules sangre
Sencillas y necesarias nubes blancas
Sencillas nubes blancas
A veces quiero llorar
Y no sé por qué
Nada se seca antes que una lágrima
Y mil lágrimas
Y un río invisible de lágrimas
Bajo la piel
Hay días que miro las nubes
Tan bellas y sencillas
Y quiero morirme
Y no sé por qué
Nubes en el cielo sobre el mar |
Maldito Jedeic. ¿Te estás volviendo sensible, a estas alturas? Tariq
ResponderEliminarSoy como un azucarillo en el agua. V.
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