Entrada

No es fácil saber cómo ha de portarse un hombre para hacerse un mediano lugar en el mundo.
Si uno aparenta talento o instrucción, se adquiere el odio de las gentes, porque le tienen por soberbio, osado y capaz de cosas grandes... Si es uno sincero y humano y fácil de reconciliarse con el que le ha agraviado, le llaman cobarde y pusilánime; si procura elevarse, ambicioso; si se contenta con la medianía, desidioso: si sigue la corriente del mundo, adquiere nota de adulador; si se opone a los delirios de los hombres, sienta plaza de extravagante.
Cartas Marruecas. José Cadalso.

viernes, 27 de mayo de 2011

Dios

Todos los argumentos clásicos contra la existencia de dios me parecen poderosos, pero si hubiera de optar por uno, por supuesto lo haría por el argumento moral: si existe y permite este fregado es para escupile y matale; si existe y nada puede hacer para evitar el quilombo, para qué lo queremos, sería el más desgraciado de todos nosotros.

Por otra parte, si hubiera algo que hiciera pensar que este señor existe, siempre me pareció que estaría entre las piernas de las mujeres -cada cual que escoja su centro divino-; no sé, quizá esto sí es un argumento profundo.



Captain lo ha expresado así.

 

Nunca estuve más cerca de él que cuando, tras rebasar las altas peñas blancas, reposé cerca de la fuente. La quietud de la piedra, la suavidad del musgo, la fuerza del agua me sedujeron y me ensimismé. Allí, en las aguas fluyentes, estaba dios, El Que No Es. Rocé el musgo de la piedra y bebí y me embriagué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario