El inteligente sabe lo que debería ser; el listo sabe lo que es.
Los amantes de lo absoluto: adolescentes del espíritu, niños intelectuales. Lo que existe tiene su sentido, se basta cada momento a sí mismo.
La “excusa Einstein”: justificación de la pereza del sedicente superdotado suspenso.
La misma naturaleza del dinero lleva a pensar a los ricos (goce indefinido de potencia) que nada depende de la riqueza y a los pobres (ausencia generalizada de potencia) que todo depende de ella.
La aplicación clínica de la psicología es una estafa, lo cual no le resta eficacia, como ocurre con la religión. Supone romper la perspectiva real, que entremos en su juego. Lo mejor es la química (que es ciencia).
La película “Los pájaros” representa el temor celta a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas, que el absurdo invada un día nuestra vida y nos devore, nos consuma vitalidad y existencia.
Lo uno por lo otro: la libertad por la irresponsabilidad; la autognosis por el egoísmo; el relativismo por la ignorancia, la deshonestidad, la inconsecuencia; la ciencia por la amoralidad; la naturaleza por el interés,…
El mundo está lleno de soberbios que confunden lo que conocen con lo que saben, y esto lo consideran obvio; y al no poder confundir lo que ignoran con lo que no existe, ello lo consideran despreciable.