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No es fácil saber cómo ha de portarse un hombre para hacerse un mediano lugar en el mundo.
Si uno aparenta talento o instrucción, se adquiere el odio de las gentes, porque le tienen por soberbio, osado y capaz de cosas grandes... Si es uno sincero y humano y fácil de reconciliarse con el que le ha agraviado, le llaman cobarde y pusilánime; si procura elevarse, ambicioso; si se contenta con la medianía, desidioso: si sigue la corriente del mundo, adquiere nota de adulador; si se opone a los delirios de los hombres, sienta plaza de extravagante.
Cartas Marruecas. José Cadalso.

jueves, 5 de enero de 2012

Mi antecesor




Mi antecesor en el puesto es el que veis en la caricatura de arriba. Le tengo un respeto reverencial, es mi amigo chino andalusí. Tenemos una estructura mental muy diferente, yo aunque soy crítico soy conservador, él es crítico y ultra, en el sentido de que está en otro sitio, ve más allá, lo periférico o marginal, a lo lejos, cuando la mayoría ve lo de aquí y otros vemos lo de atrás.

Es nacionalista y yo no, pero me ha enseñado a ver mejor lo particular. Es chino y yo no, pero me ha enseñado a ver mejor lo colectivo. Es honrado, a diferencia de tantos otros compañeros, que son ladinos y taimados. Es honesto intelectualmente.

Personalmente no es un señorito (todo lo contrario, es sencillo y llano), como no lo soy yo, pero sociológicamente, como yo, viene de un contexto que podría haber hecho de él un carca, pero lo ha hecho un rebelde.



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