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No es fácil saber cómo ha de portarse un hombre para hacerse un mediano lugar en el mundo.
Si uno aparenta talento o instrucción, se adquiere el odio de las gentes, porque le tienen por soberbio, osado y capaz de cosas grandes... Si es uno sincero y humano y fácil de reconciliarse con el que le ha agraviado, le llaman cobarde y pusilánime; si procura elevarse, ambicioso; si se contenta con la medianía, desidioso: si sigue la corriente del mundo, adquiere nota de adulador; si se opone a los delirios de los hombres, sienta plaza de extravagante.
Cartas Marruecas. José Cadalso.

viernes, 10 de febrero de 2012

Tetas


Cuando yo era chico, en un viaje, mi padre me llevo a un museo y ante este cuadro me preguntó que dónde estaban los limones. Es mi primer recuerdo de unas tetas (supongo que antes me habría fijado en otras, maternas o externas), pero, vamos, no porque acertara, que yo dije que los limones no los veía.

En fin, mis amigos de juventud se tomaban por lo jocoso que yo no decía el sencillo y eufónico "las tetas", sino el más complejo y sordo "los pechos". Bah, manías mías.

Ay, las tetas, qué bonitas son... Pero yo soy hombre de culos, que no son bonitos, son hermosos.


Naranjas y limones, de Julio Romero de Torres

3 comentarios:

  1. Los muslos. Y alguno de los cuadros lésbicos de Picabia.

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  2. Hombres, culos y tetas. Da para una tesis.

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    Respuestas
    1. Para más de una, MA.

      Pero "la" tesis definitiva sería: hombres, cara y aura.

      Queda para otro día. U otro año.

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